jueves, 19 de marzo de 2020

Vino el lobo... ¿DE VERDAD.?


                                         Vino el lobo... ¿DE VERDAD?


              Pues, sí, el malvado coronavirus, llamado "covid-19", ¿existe?, ¿es real?. Yo he estado muy obcecada, aunque con algunos momentos de duda, en que todo era un montaje para las masas, una operación psicológica mundial, hasta ayer, día 18 de marzo de 2020, en que me cuentan de viva voz que un joven guardia civil, sin patologías previas, sano y deportista, tras haber ingresado en el hospital el día 6, ha muerto. Por lo tanto, ¿ es cierto que ese vídeo de aquella iglesia de Bérgamo en el norte de Italia llena de ataúdes, no es ningún truco, no es algo manipulado, es... REAL? Si bien, no sería la primera vez que la neumonía se lleva a alguien joven, sano y deportista, y de hecho conozco personalmente un caso así.

   Necesito explicar por qué me parece que todo es un descomunal engaño, pues, nadie ¿yerra? queriendo y menos en algo tan grave como esto. Ya se sabe de qué va el cuento con moraleja del pastor mentiroso, ¿verdad? . Un pastor que llamaba a voces a sus vecinos pidiendo ayuda porque los lobos estaban atacando a sus ovejas y resulta que cuando éstos llegaban, veían que les había mentido y se había quedado con ellos. Pero una vez atacó de verdad y cuando el pastor pidió ayuda, ya nadie le hizo caso. Y eso me pasó con los medios, con la OMS, con los gobiernos en general... que son los mentirosos por antonomasia, son el pastor, y los demás, los engañados vecinos del pueblo. Se sabe que la OMS dijo en una reunión de la ONU celebrada en Suiza en diciembre del año pasado, a puerta cerrada, que las vacunas no son seguras, que cuando a muchos médicos se les pregunta por su seguridad o por los problemas que han ocasionado algunas en diversas partes del mundo, éstos no saben qué responder y que no se sabe por qué la misma vacuna no hace daño a una persona mayor y sí a un niño.... o viceversa. A puerta cerrada. Y se sabe que dijeron eso porque se filtraron los vídeos en los que se puede ver ese extracto de la reunión. De cara al publico, sin embargo, se divulgó todo lo contrario a lo que habían hablado allí. Que las vacunas son seguras, han prevenido muchas enfermedades y que no hagamos caso de lo que sale en Internet. O sea, en privado una cosa, en público la contraria. Por otra parte, estamos más que acostumbrados a una tele que no cesa de manipular, meter ideología, intentar lavarnos el cerebro... y se sabe, que gracias a Internet, se pueden conocer a mayor escala los casos en que hay efectos adversos graves en alguien vacunado, casos, que nunca te mostrarán en televisión, una televisión que corta a los entrevistados cuando le da la gana, que no permite que nadie de una explicación que se salga del discurso oficial lo más mínimo, ni permite el debate, que tiene dueño y éste no persigue el mismo interés de la nación, del conjunto de los ciudadanos, del pueblo en general... Y nos consta a muchos, que han intentado obligar a todo el mundo a vacunar a sus hijos casi a la fuerza en muchos países, que la gente estaba cogiendo miedo a la vacuna, que se estaba perdiendo ahí, parte del negocio farmacéutico... y qué casualidad que llega este inusitado malvado virus que hace que salgamos de casa lo menos posible y que de repente la sanidad esté colapsada o al borde del colapso... Habrá que admitir, no obstante, que eso de que los microbios "son nuestros amigos" o "no siempre son nuestros enemigos"... es mentira. Quizá, aunque tengamos cinco veces más virus que bacterias y noventa veces más bacterias que células, no quiere decir por ello que podamos "bajar la guardia". Que las condiciones de vida son imprescindibles para que el "terreno" en el que está toda la fauna y flora microbiana se encuentre bien  no excluye que debemos andarnos con ojo con esos "seres invisibles" que actúan, como se está viendo en el presente actual y se debió de ver con la famosa "gripe española" y las reportadas pestes de la historia, como terroríficos fantasmas de película a los que no se les puede eliminar tan fácilmente y el hecho de que el terreno ( el cuerpo humano) tenga que estar bien equilibrado, o el calor del Sol, por poner otro ejemplo, les mantenga a raya o les neutralice, indica que son más peligrosos de lo que sostiene la teoría alternativa.

   Otro punto de mi escepticismo  con este tema, es el fraude VIH-SIDA al que comparaba con la actual pandemia. Fraude que estudié todo lo que pude y que me sé de memoria como si de una canción se tratara. Sé que uno de los dos científicos premios Nóbel por haber descubierto, supuestamente, el retrovirus VIH, Luc Montagnier, en el reportaje "SIDA. La duda" dice claramente que " No hay evidencia científica de que el VIH sea el causante de la inmunodeficiencia humana, pero sí  una serie de señales, indicios, pistas... que te llevan a él" y con esto, dijo de manera indirecta, que el retrovirus NUNCA fue aislado, porque nunca fue fotografiado infectando una célula. Luego me enteré de que el test para saber si alguien estaba infectado con el retrovirus VIH, el Elisa, tiene baremo variable y no detecta ningún retrovirus ni virus, solo la cantidad de células defensivas CD4 y anticuerpos inespecíficos de la muestra, constando que según la deficiencia de las primeras y el exceso de los segundos, con un baremo que varía de un laboratorio a otro, de un país a otro, de una marca a otra... etc, se estaba o no se estaba infectado con el VIH. Y aunque después se usara la máquina PCR, que se está usando para analizar muestras de moco o saliva de la actual pandemia y sirve para, mediante una técnica de calor multiplicar un trozo de ADN  y poder mirar en el mismo moléculas con virus y retrovirus... el inventor de ésta y premio Nóbel por ello, Kary Mullis, siempre sostuvo que su máquina "no servía para contar virus", que lo del VIH es un fraude total y algo anti-científico.. Por eso, y sabiendo que muchos "estudios" científicos y estadísticas se pagan para encontrar el resultado deseado y no el que es real, lógicamente yo no me creía nada de la prensa, con fama de sensacionalista y lava-cerebros, ni de los estudios, que tampoco están limpios ni libres de corrupción.
  Y el tema de los tests , algunos tan "rigurosos" como para catalogar de covid-19 simplemente a quienes den síntomas (tos, fiebre, dificultad para respirar) y otros con prospectos que indican que si no se obtiene el resultado DESEADO ese test no es válido y se ha de volver a repetir, hace desconfíar a cualquiera. Del caso del chico con leucemia, no explican en la tele si murió CON LOS PULMONES DESTROZADOS a causa del coronavirus este o si murió DE LEUCEMIA pero le hicieron el test y "dio positivo en este coronavirus o en otro"

  Esta vez, parece que ¿el terror está justificado, la valentía es de verdad, y la pandemia tiene su razón de ser?. ¿Que esto no es, como yo creía, una operación psicológica de masas a escala mundial para dejarnos tan traumatizados que prefiramos correr el riesgo a quedar en silla de ruedas por una vacuna (o por la vacuna del covid-19 cuando la saquen) a volvernos a quedar encerrados en casa y asustados?

 No valemos más que las cepas de la vid o los árboles a los que les ataca una enfermedad que acaba con ellos... ¿Eso nos ha tocado este año ?¿este pequeño monstruo nos va a dar una lección a todos, aunque solo sea para valorar más y desde otros ángulos, la VIDA?

                      https://d.tube/#!/v/1merfelden2/QmQnqpFtZtfLWGLWS6wuGieC62EgrNxNQZS93Eh5JTJTao
                                 



Es la primera vez en la historia de la humanidad de un mundo además desarrollado y sin escaseces, que se presenta un virus que es más peligroso que ninguno al mismo tiempo que no lo es, y que la única pega es que se contagia más, solo por contacto directo, (aunque hay que hablar y estar a un metro y medio de distancia) y que además de producir neumonía, provoca más cosas, como ataques al corazón.... " Hasta inicios de los 80, un capítulo importantísimo en los libros de virología era el aislamiento del virus. Esto ha ido perdiendo peso en los libros posteriores y lo que antes se exigía se ha dejado de exigir " Lluis Botinas.