"Un baño en el Cantábrico"
¡Estaba el agua tan limpia
aquel estival domingo...!
Nada de algas ni palitos,
"motas sobre-cristalinas"...
Sol, nubes y trozos de azul
ante el Cantábrico había,
sin olas en la bahía
ni mucho calor en su luz.
Espuma y arena fina...
con un remansado frescor
exento del típico helor
en playas no protegidas
(Pero medicinal frío
es el que hay en esas costas
donde en relax se transforma
el agobio del estío)
Volviendo al rincón primero;
llegó un punto en que me acosté,
mi cara dentro re-soñé...
luego floté en dulce verso.
Sub-acuático, mecedor...
dimensional... y centrado
en el inmenso regalo
y el gran tacto de su verdor.
Elevada borrachera
de saciante agua marina
que me sabe nutritiva
y la aprecio curandera.
¡La estela de Renè Quintón,
científico auto-didacta
que a mucha gente ayudaba,
pues fue escasa la corrupción!
Hipertónico masaje
de sabor isotónico,
e inundación con tónico
de ósmosis relajante.
Buenos baños en el Chiqui
aquel domingo en familia...
Ducha de lluvia en poesía...
nubes bordaron... de símil...
Una hidratante cortina
fue el fotogénico broche
del alternativo goce
con bondad eco- marina
Ecos del mar que a medida
de nuestro dulce organismo,
en sus gotas convertido
perpetúa mi alegría.
Ania V.T.
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