viernes, 29 de septiembre de 2017

Ariski

 

                                                            Ariski.


                           



                           


"Un resplandor
del alma
tallado en madera
con su canción
tan alta
de la savia llena
y un arcón
que canta
recuerdos que quedan,
aves que vio...
que pasan...
se posan y enseñan."












En Báscones de Ojeda,
un concurrido pueblo
con pastas, restaurante,
bar junto a un chopo grande,
jabones, parque, huertos...
vi árboles en poemas.









El museo de Ariski:
variedad arbórea;
cirugía estética
de heridas tétricas,
carcoma ciclópea...
¡pulido arco iris!

Y entre esos colores
su abuelo Mariano
de quien tanto aprendió
con cariño y devoción
muchas cosas del campo...
en su imagen más joven.

" Un resplandor
del alma
tallado en madera
con su canción
tan alta
de la savia llena
y un arcón
que canta
recuerdos que quedan,
aves que vio...
que pasan...
se posan y enseñan."



Ariski se llamaba
su buen perro pastor
que los lobos mataron
¡lo cual sintió tanto!
y el mote así surgió;
con él obras firmadas.


Las verdes piezas clave
de la supervivencia
y visual diversión
con multi-explicación
de tallas, voz y letras
junto a Belén laten.



Su microbiblioteca
de dos libros suyos;
vida y fotografías
con caligrafía,
pájaros y dibujos,
lúdicamente presta.



Un resplandor
del alma
tallado en madera
con su canción
tan alta
de la savia llena
y un arcón
que canta
recuerdos que quedan
aves que vio...
que pasan...
se posan y enseñan.












Ania V.T.






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