sábado, 16 de marzo de 2019

Noche de San Juan.



                                                  Noche de San Juan.
            
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          Después de la maravillosa tarde que sucedió a la comida, en la que hubo clases de esperanto, cantaron y bailaron en esa lengua, se bañaron en el circuito acuático natural, y cenaron en la terraza del jardín, a eso de las diez, el grupo compuesto por Ana y toda la familia menos los dos hombres ( la nave no tenía tanta capacidad ) por fin pudieron ver a la luz del mando portátil que accionó Mrenyies la aero-esfera a la que debían subirse. De repente, de la  nada, gracias a aquella luz, se había hecho visible lo invisible y contemplaban una gran esfera blanca... como la nieve. Tan blanca, que casi hacía daño a los ojos mirarla. Desde el medio de la bola, sujeta al suelo por una plataforma que se plegaría y metería dentro de la misma al despegar, según indicaban los dueños, se abrió una ranura con ascensor transparente al que accedieron en dos viajes de cuatro en cuatro para entrar, lógicamente, a la sala más grande. Una vez ahí, todo eran exclamaciones de fascinación... y miedo a andar. Era como si el mobiliario y el panel de mandos estuvieran, literalmente en el aire, de modo que se veía el exterior en un ángulo de 360 grados. Pero además los dos extra-largos, mullidos y espaciosos sofás estaban exquisitamente decorados con dibujos  holográficos en relieve que despedían pequeños destellos de luz y dejaban distinguir calles, plantas y animales que componían escenas coherentes de un estilo distinto al que se aprecia en la Tierra en muchos casos, y en otros, semejantes o bastante iguales a lo que ellos conocían. El panel de mandos y vía para el oxígeno era multicolor y fosforescente, como comprobarían al anochecer. En medio había una pequeña fuente dorada que resplandecía y representaba una extraña flor que sugería ser un tulipán con muchas capas de pétalos.El frígorífico, a rayas onduladas en blanco níveo y azul cielo, era un cilindro también con resplandecientes agarraderos dorados que reproducían la misma forma de la fuente. El aseo, cuya puerta transparente no dejaba ver el interior y solo se distinguía un punto luminoso que`parecía un pequeño Sol flotando en la misma  recreaba un magnético bosque multicolor con cascada en movimiento en el lavabo, el inodoro y la ducha. Roland, que iba en brazos de Mrenyies, estaba especialmente mimoso a la vez que gratamente sorprendido ya que no entendía tanta transparencia por mucho que le gustase la decoración de las pocas cosas visibles que parecían flotar en el aire.

                - ¿ Nos vamos a caer ?- preguntaba sin atreverse a mirar mucho.
                - No porque el suelo y las paredes son de un cristal muy, muy, muy fuerte. Si quieres te llevo a casa.- le contestaba Mrenyies con cariño.
                - ¡ Nooo!- chilló tajante Roland apretándose aún más a Mrenyies.- Todo es muy bonito, todo, todo.... - añadió entusiasmado.

                 La subida se hizo despacio y en silencio mientra Ana y las mellizas se recreaban observando todo el exterior de arriba a abajo agarradas a una barra transparente junto a Mliashuay. En cambio Dora, Montse y Mrenyies con el niño sobre él estaban en uno de los sofás cerrando, exceptuando a Mrenyies, de vez en cuando los ojos. Mliashuay les ofreció y calentó en el panel de mandos unos pequeños cuencos níveos con un contenido grumoso de color granate, diminutas hojas amarillas y un agradable aroma exótico a los que nadie se resistió y les aprovechó mucho el inesperado efecto relajante que obtuvieron según iban saboreando y digiriendo esa crujiente y suave masa de boscoso sabor ligeramente dulce. El niño fue quien mejor reaccionó ante ese efecto despegandose de Mrenyies para ponerse a correr y explorar por toda la sala queriendo ir al baño y con eso su madre fue detrás a atenderle. Mliashuay y Mrenyies tomaban nota del cambio psicológico constatando que eran sensibles a los efectos del tentenpié, como ellos, aunque quizá debido a que lo degustaban y olían por primera vez, con más intensidad.

                 Ya veían al numeroso grupo de jóvenes y  de edades más avanzadas al lado del cedro que se iba a quemar acabando su merienda y se colocaron, a petición de las mellizas, muy cerca de ellos.
              - ¡ Hala, nos ven ! - exclamaba Roland.
              - No, nosotros les vemos, ellos no ven nada, no nos ven, ni nos oyen.
              - Mira, Mónica, Adrián, los de Barcelona.... ¡ Están todos! ¡ qué cuadro!
              - Ya te digo, y nosotras aquí espiándoles. ¡Luego les vacilo jugando a las adivinas!
              - Vais a ver unas fiestas típicas que son uno de nuestros orgullos porque se remontan al siglo XI y el año pasado, 2015, obtuvieron el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
               -Interesante.
               -Se llaman las fallas del Pirineo que se celebran en 63 localidades aunque no en todas el mismo día ni incluso el mismo mes.
               - Pero todas en verano.

               La muchedumbre se fue levantando. Algunos de ellos cogían largas antorchas.- las fallas.- del montón en el que las habían dispuesto mientras otros se acercaban más al cedro y prendían la pira que habían colocado a su alrededor. Cuando el calor de las llamas fue creciendo, la aero- esfera subió más y se apartó de su alcance más inmediato tal y como sus sensores de obstáculos  indicaban. Mliashuay, Mrenyies, Ana y Roland contemplaban por primera vez cual meros espectadores con anteojos desde el más discreto y oscuro palco el comienzo del ritual de esas fiestas del fuego a la luz de la hermosa Luna llena creciente y las llamas. El cedro acabó convirtiéndose en una gran hoguera verde utilizada por cada participante para encender su antorcha y éstos, que además daban la nota con cascabeles y cencerros en su ropa, iban bajando el monte en hilera zigzagueante, primero despacio y luego corriendo para entrar a Bohí cuando estaban más cerca. 

                    - El zig-zag luminoso y el ambiente que hay son bonitos pero ... ¿ por qué tienen que sacrificar un árbol?.- comentó Mliashuay callándose que le había parecido un sacrilegio que mataran a la planta leñosa de esa manera.
                    -"Todos tenemos que morir".- contestó Judith parafraseándola.
                   -Ya pero yo me refería a que matamos animales para poder comer y nutrirnos, haciéndolo lo más rápido posible y antes de ese momento han sido muy felices. En cambio, ¿ qué se puede sacar de ese árbol salvo mucha ceniza?
                   - Fíjate que a mi tampoco me ha convencido que prendan fuego al árbol, y encima me recuerda a los incendios forestales y pienso " como se les vaya una chispa, por casualidad, al sitio menos indicado...".- Añadió Ana.
                   - Pero aquí se hace con cuidado, y como además es bosque húmedo de la alta montaña, no se prende tan fácilmente.- dijo Judith.
                   - ¿ Qué son los "incendios forestales" ? -preguntó Mliashuay
                   - ¿ En vuestro mundo no se incendia algún bosque de vez en cuando?. Aquí todos, todos, todos los años se incendian varios bosques perdiéndose bastantes hectáreas y algunos o muchos, no sé, son " fabricados", hechos intencionadamente.- dijo Montse molesta.
                   - ¡ Dios mío, qué horror ! ¿ por qué hacen algo así ?
                   - En nuestro mundo, alguna vez se ha incendiado un bosque, pero es muy raro, casi un acontecimiento único para los anales de nuestra historia y desde luego, siempre por causas naturales como una tormenta eléctrica y el terreno muy seco... - aclaró Mrenyies.
                    - ¿ En vuestro mundo no hay fallas ni otras fiestas hechas con fuego ? - preguntó Esther.
                    - No... - decía Mliashuay.
                    - Que sí mujer. Hogueras decorativas. Incluso a veces ha habido concursos para votar por el recipiente hogareño que más gusta. Son hogueras para, en grupo, contar relatos o improvisarlos, cantar, recitar poemas...- informó Mrenyies.
                     - ¡ Ah, sí ! ¡ y alguna vez también se ha hecho una figura en llamas que dura mucho tiempo o no se quema del todo y al final se la ve al rojo vivo por las brasas que quedan en sus canales y es precioso! - recordó Mliashuay.
                      - ¡ Buuufff! ¡ qué nivel, Maribel !
                      - Ya os pasais de finos. - respondieron las mellizas con una mezcla de envidia, complejo y cachondeo.

                      - Bueno, las fallas de Valencia es lo más parecido a lo que tienen ellos, y la verdad es que son preciosas.- 
                      - ¡ Ya lo creo, con unos vestidos tan vistosos los de "fallera"! ¡ qué guapas íbamos con nuestros novios ! - dijeron Montse y Dora recordando esos tiempos de noviazgo con Joan y Pau en los que fueron tres veces a las fallas con ellos.
                      - Sí, solo que en su mundo no se cargan con el fuego las filigranas decorativas que hacen.
                      - Y son más de mezclar actividades de biblioteca con fiestas populares....
                      - No, pero algunas filigranas sí que las queman, lo único que tardan mucho en consumirse y se las ve envueltas en llamas, pero enteras, mucho tiempo, es lo que he entendido... - dijo Ana.
                    - Sí, has entendido bien, ¡ ja,ja,ja...! - rió Mrenyies
                    - O tardan mucho o no se llegan a quemar, dependiendo del material, y entonces se las acaba viendo con las ascuas al rojo vivo dentro de los canales de su estructura- repitió Mliashuay.

                    La comitiva seguía zigzagueando alegremente, transmitiendo a los ocupantes de la nave a través de su transparencia y altavoces la atrevida lumínica llameante composición de esa corriente humana en su animado paseo nocturno bañado por la generosa Luna y subrayado por la cencerrada. Roland, que ya se había divertido mucho y estaba cansado, subió al sofá y se quedó dormido, arropándosele con una manta a juego sacada de un arcón del mueble. De repente, el resto de ocupantes de la aero- esfera, vio que algo raro pasaba con los falleros. Se iban deteniendo, mirando hacia arriba, ¡ mirándoles a ellos ! Al principio eran unos pocos, que para no entorpecer el paso se apartaban, pero después eran muchos más ¡ y les señalaban con el dedo! haciendo que todos, incluidos Mliashuay y Mrenyies, se sintieran inseguros y espiados. Después pudieron oír claramente cómo gritaban "¡ mirad, un OVNI !"
                     - Creo que a nosotros no nos ven, pero sí la forma de la nave.- analizó Mrenyies.
                    - Tal vez hay demasiado humo y estamos demasiado cerca.- teorizó Mliashuay
                    - O la luz de la Luna, igual ilumina mejor el espectro de la nave al repeler el humo... si es que lo repele del todo.
                    Vieron cómo algunos chicos y chicas se sacaban sus móviles de sus bolsillos o mochilas para intentar sacar fotos o filmar lidiando con la dificultad de sus antorchas, clavándola en el suelo o pidiendo a otros que se las sujetaran y después devolviendoles el favor
... Mliashuay y Mrenyies decidieron pilotar la nave y a las mellizas les llegaron un montón de fotos y vídeos por whatsapp.
                      - Mirad, esto es lo que están viendo.
                        Todos contemplaron en un vídeo un círculo de titilante visibilidad intermitente y demasiado grande en relación a las antorchas que se veían debajo, que en un momento dado subió y desapareció. Ese y otros vídeos se harían virales.
                     - Si aterrizais al lado de Bohí iremos Esther, Ana y yo a la fiesta y de paso a ver qué nos cuentan.
                       De la esfera, que se mantenía a una prudencial distancia del intenso humo y las chispas de las fallas salieron con disimulo las tres mujeres para entrar a ese coqueto empedrado pueblo de pizarra y arte románico a ver la hoguera de antorchas, escuchar a los grupos de música típica, bailar y... enterarse de las percepciones de los afortunados que vislumbraron la aero-nave y grabaron aquél inigualable momento.
                     Al día siguiente la prensa local tenía estos titulares a compañados de las imágenes en movimiento en el formato digital: 
                            " Los extraterrestres no quieren perderse la noche de San Juan en el Valle de Bohí"
                            " Fallas... ¿ y OVNIS  para amenizar aún más el espectáculo ?"
                            " Los escépticos piensan que es un holograma pero Iker Jiménez da la razón a los falleros"
                          " En breve Iker Jiménez entrevistará a los testigos de este fenómeno OVNI"
                    

                             



                                                       

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